Lo que conocemos habitualmente como levadura química (impulsor químico) “también llamado en otros países como polvos de hornear” en realidad no es levadura como tal, ya que no contiene ningún tipo de bacteria o microorganismo.

El uso de este tipo de  levadura, tiene un efecto leudante (capacidad emulsificante) y es imprescindible para conseguir que los batidos y galletas desarrollen dentro del horno y tengan el volumen apropiado, además de conseguir ternura y  esponjosidad.

En su composición suele haber bicarbonato sódico combinado con algún ácido o sal y funciona dentro del horno debido a la acción del calor y la humedad, produciendo así, gran cantidad de gas carbónico (Co2) que dará volumen y esponjosidad a los batidos o galletas. es decir, que hasta que no se introduce la masa en el horno no se produce toda la reacción emulsificante.

La dosis por aplicar dependerá del tipo de impulsor y del objetivo a lograr. Puede variar entre un 0,5 y 1,5% sobre el total del batido (receta) Bizcochos, Melindros, Magdalenas, etc.